Cuando, a consecuencia de un accidente de tráfico, se producen daños materiales y/o personales, es fundamental iniciar una serie de trámites con el objetivo de solicitar una indemnización. Este proceso es clave para garantizar que se protejan los derechos de las víctimas y que reciban la compensación adecuada.
Los trámites deben seguirse en un orden determinado para asegurar que se cumplan los requisitos legales y obtener la mejor indemnización posible.
Las reclamaciones por accidentes de tráfico suelen tramitarse a través de la Jurisdicción Civil. Sin embargo, si el accidente ha ocurrido por una imprudencia grave, como conducir bajo los efectos del alcohol o drogas, se puede recurrir a la vía Penal. En estos casos, el proceso legal es más complejo, pero permite exigir sanciones más severas al responsable.
Es importante tener en cuenta que existe un plazo máximo de un año para interponer una reclamación, contado desde el momento en que las lesiones se han estabilizado. No respetar este plazo puede significar la pérdida del derecho a indemnización.
Uno de los diagnósticos más frecuentes tras un accidente es el latigazo cervical. Esta lesión, también conocida como whiplash, se produce por una hiperextensión y flexión brusca del cuello tras un impacto. Dependiendo de la gravedad, las indemnizaciones pueden oscilar entre 6.000 y 30.000 euros.
Los síntomas más comunes incluyen:
El latigazo cervical se clasifica en distintos grados de gravedad, los cuales afectan directamente la indemnización:
Para llevar a cabo este tipo de procedimientos es fundamental contar con el asesoramiento de abogados especializados en accidentes. Nuestro equipo en el despacho de Sevilla cuenta con la experiencia y el conocimiento necesarios para acompañarle en cada etapa del proceso, desde la reclamación inicial hasta una posible acción judicial.
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